La rotura de caño de la Essap se repite prácticamente cada semana en el barrio Julio Correa, Luque. La calle José Concepción Ortiz parece que fue bombardeada por las reiteradas intervenciones de los obreros de la aguatería estatal de Asunción y Luque para reparar el obsoleto caño que alimenta de agua potable a los usuarios del barrio Julio Correa.
Ante la falta de un riguroso control, los adultos siguen explotando a las criaturas en los cruces semafóricos de Luque para pedir limosnas a los conductores frente a las narices de las autoridades. En octubre pasado se realizó un procedimiento y fue procesada una mujer, quien habría alquilado a su hijo menor a un vendedor ambulante para pedir dinero en los semáforos. Este jueves una señora con un bebé en brazos se encontraba pidiendo dinero a los automovilistas en el mismo lugar donde se realizó el operativo entre la Codeni, la Defensoría Pública y la Policía Nacional. Los niños indígenas también son utilizados para el mismo fin. Además están los vendedores ambulantes y limpiavidrios.
